LOS
CONFLICTOS EN LAS ORGANIZACIONES
A
veces experimentamos los conflictos como fuerzas que tiran en
direcciones opuestas, como cuando no podemos decidir entre dos alternativas, por atractivas o porque no nos gustan;
otras, el conflicto puede parecer más una pulseada: nos
empujan en una dirección y se nos opone algo o alguien que nos
devuelve la presión.
Las
siguientes cuatro categorías pueden ser consideradas
como las cuatro clases principales de conflicto:
1) CONFLICTO
DE ROL MÚLTIPLE: Un ejemplo de un conflicto de roles sería la situación en que
un gerente sufre presión para aliarse con un bando en la
disputa organizativa relacionada con colegas y empleados. Tal
vez tenga que elegir entre la lealtad hacia sus colegas o hacia
su grupo de trabajo.
2) ESCASOS
RECURSOS: En todas las organizaciones hay una cantidad limitada de tiempo,
dinero y recursos humanos disponibles para lograr metas
personales y de la compañía. Una fuente de conflicto principal
surge cuando la demanda de los gerentes y los grupos de trabajo
es mayor que la cantidad de recursos disponibles.
3) VALORES
Y PRIORIDADES DIFERENTES: A menudo, el conflicto empresario más difícil de resolver es
el que se relaciona con la diferencia de valores. Es improbable
que los valores cambien con el tiempo, puesto que son el
fundamento del enfoque de vida del individuo. Por lo tanto, es
improbable que las disputas entre grupos o individuos sobre la
importancia relativa de valores básicos modifiquen o alteren la
posición de cualquiera de los dos.
4) DIFERENCIAS
DE PERCEPCIÓN DE UN PROBLEMA: A pesar de que los miembros de una empresa pueden estar de
acuerdo en términos generales sobre un problema, suele haber
poco o ningún acuerdo acerca de lo demás. Las diferentes
percepciones de las causas de los problemas de la organización,
su impacto y las soluciones apropiadas a menudo pueden crear
comportamientos defensivos y conflicto entre los individuos o
grupos de trabajo en la misma empresa.
Dado
el ritmo rápido de cambio en las organizaciones, en la
actualidad, los gerentes deben enfrentarse regularmente con
dos clases de conflictos que ocurren en los niveles grupal e
individual.
El
primero, el conflicto entre grupos, suele tener que ver con
cambios en las políticas, prácticas y estructuras corporativas
que sitúan a las unidades de trabajo del mismo negocio en
lugares opuestos. A medida que las metas corporativas y la
dirección estratégica cambian, es común encontrar que
subgrupos de la misma compañía se opongan entre sí sobre cómo
lograr los resultados deseados.
Otra
clase de conflicto al que todos los gerentes se enfrentan es el
conflicto entre personas. A diferencia del de grupos, éste
ocurre a nivel individual. Es la tensión que surge
entre individuos en una organización debido a las
diferencias filosóficas y de percepción de la manera en que se
debe llevar a cabo el trabajo, además de metas personales
opuestas. Mientras que hay otras clases de conflictos, tanto
en los niveles individual como organizativo, aquellos que
ocurren entre individuos y entre unidades de trabajo tienden a
prevalecer en las organizaciones modernas, y son los que
requieren atención continua de la conducción.
Los
líderes deben poder aceptar el conflicto como una parte
inevitable de la vida empresaria. Pues así como el proceso
de cambio se convierte en algo dado en toda la industria, los
conflictos que aparecen de manera inevitable también se
convierten en una forma de vida en la mayoría de las compañías. |