LAS
NECESIDADES DETRÁS
DEL MATRIMONIO
Muchas
son las motivaciones que
llevan a dos personas a contraer
matrimonio. Entre ellas, está la necesidad de complementarse que tienen los seres humanos. Para conseguirlo, se debe ser muy
asertivo en la elección de una pareja.
No hay una receta específica para conseguir cuál es la pareja que
necesitamos, pero existen ciertos indicios,
como pueden ser:
1. Niveles culturales y educativos parecidos,
2. Gustos parecidos en los deportes,
3. Afinidad en los intereses,
4. Preferencias en las comidas,
5. Inquietudes de la misma naturaleza,
6. El aspecto de la solidaridad,
7. Gusto por los niños,
8. Edades compatibles, entre otras.
Otra de las motivaciones para llegar al matrimonio es la de complementarse sexualmente. En este sentido, debe existir mucha
comunicación entre los miembros de la futura pareja, acerca de
sus gustos y preferencias. Es preferible evitar sorpresas.
Existirán,
como en otros campos, las excepciones. Pero recordemos que es justamente la excepción la que confirma la regla.
Es
en el noviazgo donde podemos conocer si esto es así, entre otras
cosas. En este período también se miden compatibilidades,
diferencias, e incluso, el grado de armonía entre las familias de
cada uno. Aunque muchos creen que este aspecto no es importante, tiene más relevancia de la que pudiéramos creer.
Existen
quienes hacen del matrimonio
una necesidad, para esconder
algún aspecto que desean no sea revelado.
1. Algunos homosexuales por ejemplo, se casan para evitar
sanciones morales y sociales.
2. Otros, como los hombres mujeriegos, se casan para poner freno a
su impulsividad sexual.
3. También hay quienes se casan apuradamente por causa de un
embarazo
4. Algunas mujeres utilizan el embarazo como una maniobra para
atrapar a un marido.
5. Otros eligen una persona con problemas, con la intención de
ayudarle una vez que estén casados.
6. La mayoría se casa para evitar la soledad.
Quienes ven el matrimonio desde este cristal empañado, están
destinados a fracasar en un muy corto tiempo. La conducta que
tiende a consolidar a la pareja es
aquella en la que buscamos elegir,
de manera complementaria, a una persona. Así, buscan
el equilibrio en áreas en las que encuentran alguna carencia.
El
desarrollo y mantenimiento de una relación de pareja es
lento y generalmente no es sencillo. Pero si además equivocamos el
verdadero sentido de lo que el matrimonio significa, la tarea será
más tortuosa.
El
matrimonio no sólo involucra el aspecto sexual. Además existe un delicado equilibrio de roles y conductas a seguir, en el cual los
dos miembros de la pareja deben trabajar para que no se rompa.
Cuando
este trabajo empieza y todo va bien, ambos sentirán
una gran estabilización emocional que generará,
indiscutiblemente, mayor
comunicación y compenetración. La compañía del otro será
placentera, y la relación enriquecedora.
El
matrimonio es el comienzo de la obtención de independencia del núcleo familiar de ambos y de la estabilidad
personal compartida con el otro. Este momento de acoplarse y de
compartir es muy gratificante.
Para ello debe existir, dentro de la pareja, una comunidad de intereses y expectativas, de objetivos que ambos deben mantener para lograr el desarrollo
estable de una familia. Cuando una relación matrimonial no lleva
implícito esto, casi siempre fracasa. Es el caso de aquellos que se
casan basando la relación
solamente en el aspecto físico o pasional. |