ENSEÑAR NUEVAS CAPACIDADES EMOCIONALES ES IR, A VECES, EN CONTRA DE LA INTUICIÓN
Para efectuar cambios, enseñar a sus hijos o alumnos nuevas capacidades emocionales y sociales, usted puede verse en la obligación de cuestionar algunos instintos paternos naturales y actuar en formas que pueden oponerse a los hábitos normales o a su estilo de vida. Los siguientes son algunos ejemplos sobre la forma en que los padres, así como los docentes y profesionales de la salud mental, están aprendiendo a cuestionar sus respuestas intuitivas:
· Los psicólogos a menudo recomiendan ayudar a los niños a hablar acerca de sus emociones como una forma de comprender los sentimientos de los otros. Pero las palabras sólo dan cuenta del 10% del significado de cualquier comunicación emocional, en vez, enseñarles a los niños a comprender el significado de la postura, las expresiones faciales, el tono de voz y otro tipo de lenguaje corporal resultará un medio mucho más efectivo para mejorar la comprensión de sus emociones y las de los demás.
· Desarrollar la autoestima de un niño a través de un elogio y un refuerzo constantes, puede en realidad hacer más daño que bien. Ayudar a los niños a sentirse bien con ellos mismos sólo tiene sentido si estos sentimientos están relacionados con logros específicos y el dominio de nuevos conocimientos.
· El estrés tan perjudicial por nuestra apresurada sociedad, es el enemigo natural de la niñez. Pero proteger a los niños del estrés puede ser una de las peores cosas que podemos hacer. Tal como vimos en los estudios de Kagan sobre los niños tímidos, aprender a enfrentar las dificultades de la vida permite que los niños desarrollen nuevos caminos neurales, lo cual puede tornarlos más adaptables e ingeniosos.
· Los niños traumatizados suelen ser tratado como seres extremadamente vulnerables y la sabiduría convencional se inclina a darles tiempo para enfrentar sus emociones dentro de un ambiente de apoyo. Pero recientes avances en la psicología de la conducta sugieren un enfoque más directo e inmediato para desensibilizar el efecto del trauma.
¿DISCIPLINA PRODUCTIVA?
Cuando hablamos de disciplina productiva nos referimos al hecho de que los padres necesitamos contar con formas bien pensadas, previsibles y apropiadas, según la edad, de responder a la mala conducta de nuestros hijos.
La disciplina efectiva se reduce a unos pocos principios y estrategias:
1. Establezca reglas y límites claros ya aténgase a ellos. Si puede, escríbalos y fíjelos sobre la pared.
2. Dele a su hijo advertencias y séales cuando comienza a comportarse mal. Es la mejor manera de enseñarle autocontrol.
3. Defina el comportamiento positivo reforzando la buena conducta con elogios y afecto e ignorando la conducta que sólo apunta a llamar la atención.
4. Eduque a su hijo conforme a sus expectativas. En general, los padres no empleamos el tiempo suficiente para hablar con nuestros hijos acerca de los valores o las normas, y por qué estos son importantes.
5. Prevenga los problemas antes de que se produzcan. Según la psicología de la conducta, la mayoría de los problemas se producen como resultado de u estímulo o una señal específica. La comprensión y eliminación de dichas séales lo ayudarán a evitar situaciones que dan lugar a una mala conducta.
6. Cuando se viola una norma o un limite claramente establecido, en forma intencional o de otro modo, aplique de inmediato una consecuencia adecuada. Sea coherente y haga exactamente lo que dijo que haría.
7. Cuando una consecuencia o penitencia es necesario, asegúrese de que guarde relación con la infracción a la regla o la mala conducta.
8. Siéntase cómodo con un conjunto de técnicas disciplinarias. Las que se recomiendan con mayor frecuencia son:
a) Las reprimendas. cómo reprender a nuestros hijos para que su conducta cambie sin que desarrollen resentimiento hacia usted o una imagen negativa.
b) Las consecuencias naturales: Dejar que sus hijos experimenten las consecuencias lógicas de su mala conducta a fin de que perciban por qué una norma en particular es tan importante. Por ejemplo, a un niño que pierde el tiempo antes de tomar el ómnibus escolar, y luego de haberlo perdido, hacerle caminar hasta la escuela y hacer que le explique al director la razón por la que llega tarde.
c) Quitar un privilegio: Cuando los niños son demasiado grandes para ir al rincón, los padres pueden eliminar un privilegio: la televisión, el tiempo para jugar a su videojuego, el tiempo para utilizar el teléfono. Evite quitar un privilegio que eliminaría al mismo tiempo una experiencia importante para el desarrollo de su hijo. Por ejemplo sería mejor establecer para un adolescente una hora de regreso al hogar más temprana durante un mes, que impedirle hacer un viaje escolar de una sola noche.
d) La sobrecorrección: Esta técnica se recomienda para conseguir un cambio rápido de conducta. Cuando su hijo se conduce mal, debe repetir la conducta correcta por lo menos 10 veces o durante 20 minutos, por ejemplo si su hijo regresó a casa de la escuela, arrojó su campera y sus libros al piso, e ignoró su saludo, usted le pediría que vuelva a salir y a entrar 10 veces en forma adecuada, con un saludo cordial, guardando sus libros y su campera.
e) Un sistema de puntaje: para problemas crónicos, la mayoría de los psicólogos recomiendan un sistema en el que los niños ganan en puntos en conductas positivas claramente definidas. Dichos puntos pueden aprovecharse para recompensas inmediatas o a largo plazo. Las malas conductas dan como resultado la resta de puntos.
Surge claramente de las investigaciones que si usted quiere educar a un niño con coeficiente emocional elevado, es mejor que sea excesivamente estricto y no excesivamente indulgente. |